UN CIEGO GUIANDO A OTRO CIEGO
Qué opinas? qué crees? es o no es? me escribió? me llamo? lo llame pero no contesto, pero ojo!!, después me llamo él!!!... necesito un cambio!!, son sólo algunas de las tantas pero tantas interrogantes y respuestas que nos damos en una conversación entre amigas analizando una seuda relación que lleva una u otra amiga..
Mientras escuchaba las distintas historias y fundamentaciones que daban unas y otras en torno al tema, pensaba.... es increíble cómo las mujeres tenemos esa capacidad de tener respuesta hasta para aquella pregunta que muchas veces nos hacemos nosotras mismas, pero no logramos encontrar respuestas....
Algunos de los mayores desafíos en las relaciones provienen del hecho de que la mayoría de la personas comienza una relación para obtener algo a cambio....Tratan de encontrar a alguien que los haga sentir bien, que venga a cambiar todo aquello que no nos gusta, que venga a llenar los vacíos que muchas veces sentimos en nuestras propias vidas, cuándo a mi juicio, la persona perfecta que encontremos para nosotras, será aquella con la cual sintamos que podemos ser nosotras mismas....es decir, que nos gustemos nosotras cuando estemos junto a él o a ella...o como dice Robert Heinlein: "El amor es la condición en la cual la felicidad de otra persona es esencial para la propia"
Pero volviendo a las interrogantes anteriores me pregunto ¿no será darle demasiada responsabilidad o atribuirle al otro tanta importancia al pensar que por él o ella cambie?. En realidad, la única forma de que una relación dure- a mi juicio- es que entendamos que se trata simplemente de dar y no esperar recibir nada pero nada a cambio, además de ceder que es un tema no menor y, obviamente, entregar lo base, o sea: amor, respeto, fidelidad.....
Cuando escucho a mis amigas, es indudable pensar en lo que me sucede a mí, mientras hablan y me señalan sus dudas y sentimientos encontrados, no logro entender como yo, una ciega soy capaz de guiar a otra ciega en temas de amor.... ciega porque no soy capaz de ver muchas veces en perspectiva en cómo me y nos engañamos a nosotras mismas, en cómo creemos que sentimos que estamos siendo super acogidas, encantadas, valoradas, cuándo la verdad muchas veces el tema no es así..... si nos preguntamos por un minutos ¿cuántas de las llamadas que hacemos a nuestro "amigos" son correspondidas en el minuto?¿cuántas veces somos nosotras las que iniciamos una conversación por chat o por mail? ¿cuántas veces somos nosotras las que proponemos salir o juntarnos?¿ cuántas veces mandamos mensajes de texto que nunca son respondidos?.... Las respuestas cada una las tendrá, pero debemos ser honestas y reconocer que pese a que cada una de las respuestas que esperamos de ellos tienen un largo periodo de espera, basta que la recibamos para comenzar a divagar y decirnos a nosotras mismas: sí, sí le intereso, es honesto, algo le debo gustar y, así sucesivamente, en resumen, seguimos siendo y estando ciegas....
Simplemente, me río de todo esto.... basta que comparemos relaciones francas y más simples y sanas que podamos conocer a través de amigos y amigas, familia... personas que si han vivido o están viviendo un amor del bueno... para mí, hay dos claros y cercanos ejemplos: Monchy y Moncho; Laura y Giordano.....amores con altos y bajos, amores con defectos, dificultades y virtudes, amores que pese al tiempo han sido capaces de perdurar, de volver a encontrarse, amores que pese a las diferencias y barreras aún se mantienen unidos, amores que se la juegan y, en lo absoluto, amores que juegan, lo cual marca una gran diferencia. Amores que no buscan jugar con el otro para ver cuánto interés tiene el otro en relación a uno, amores que no necesitan de la cartita bajo la manga, es decir, te tengo pero no te tengo.....Vuelve la pregunta: es eso lo que queremos?
Cada vez que escribo de estos temas, me sirve para aclarar mucho más lo que quiero, me sirve el guiar a otras ciegas igual que yo, me sirve el comparar porque de ese modo sé lo que quiero y, de ese modo, confirmo definitivamente lo que no quiero para mí vida. No quiero ser una ciega, no quiero sentir que debo ponerme un personaje ante el otro para que no crea o piense que lo puedo agobiar, no quiero actuar pensando en lo que al otro le pueda molestar, sencillamente, quiero ser como yo quiero ser y como soy y, al que le guste y me quiera sin temor, sin tapujos ni limites, acepte ésta y otras condiciones tan básicas en una relación.
Mi conclusión a esta altura y como una de las tantas ciegas, sería entonces invitarlas a que nos tomemonos un segundo para pensar en que nos pasamos buscando una persona perfecta para nosotras...cada vez que terminamos una relación estamos un paso más cerca de esa persona que buscamos... debemos pensar entonces en seguir adelante como un paso más para conocer a la persona indicada.
Comentarios