INICIANDO LA RECONSTRUCCIÓN

He tomado las riendas de mi vida y con ello mi blog, para comentar nuevas experiencias y proyectos... en la revisión previa me encontré con esta columna que no publique en su minuto.... justo a meses de haber vivido y sobrevivido a un mega sismo de vida... Lo leí y sacando algunos párrafos que ya no vienen al caso, lo comparto con ustedes:


Después de dos años y meses me doy el tiempo de sentarme a escribir en mi blog. Ya no soy la misma, no sólo porque ahora soy Madre sino más bien porque este 2016 trajo a mi vida un terremoto grado 20. Este gran sismo derrumbo todo aquello que creía y esperaba fuera cierto. Desarmo mi vida en todos los ámbitos y, con ello, me llevo a enfrentarme a situaciones que nadie quiere vivir en escenarios tan hostiles, como son los tribunales de justicia. 

He conocido lo que es la soledad, lo que es enfrentarse al escrutinio público y de personas que pensaste y creíste que te sentían como parte de su familia. 

...He vivido lo que es sentirse juzgada por decisiones que tome y que estoy segura que cualquier persona racional y con valores las tomaría y reaccionaría de este modo buscando protección....  

Pese a todo esto, corroboré una vez más lo que es el amor... ese amor leal y fiel con lo que crees y sientes, amor de verdad, amor del bueno que pese a la visión que otros pueden tener, sigo manteniendo que un acto de amor no sólo se da en la cama o llevándole el amén a una persona o comprándole lo que está de moda o haciéndolo sentir que es el niño forever..... El amor a veces duele, puede ser duro... pero si amas, entonces tus palabras más de algunas vez irán acompañadas de un NO o de un acto que detenga un actuar dañino para ese ser y su futuro. 

El amor a veces te lleva a situaciones limites pero que son la oportunidad para ayudar al otro a que abra su mente y corazón... Todos tenemos una historia detrás pero somos pocos los que buscamos ayuda para entender nuestro actuar y decisiones presentes ahogadas por experiencias del pasado.... 

No es fácil amar de esta forma, de buena forma.... debes ser valiente y fuerte, debes ser consecuente con lo que dices, piensas y crees, debes ser audaz, debes ser un verdadero ser, debes tener fe que pese al dolor, a la angustia y ansiedad, estás haciendo lo que debe ser por el bien de todos..... 

He pasado meses de letargo y distanciamiento social. Hoy es momento de comenzar a levantarme y con ello no olvidar nunca más el agradecer a la Vida y a Dios lo que nos da y las lecciones que nos pone al frente para crecer y avanzar. Escuche muchos dichos durante esta crisis, mucho bla bla el cual lo agradezco pero nadie o casi nadie sabe realmente lo que se siente cuando tú vida se derrumba y con ello los sueños. 

Mi hija con su inocencia me ayudo a entender algunas cosas, me ayudo a tener fuerzas para comenzar a pararme y decir: ya es hora. Vive el día a día, sueña pero no vivas de los sueños. No esperes demasiado de nadie, incluso de aquellos a los que amaste y quisiste, de aquellos con los que estuviste y ahora no están. Todo aquello que hiciste, entregaste y diste fue porque lo sentías, no te sientas ni tonta ni mal...

Trato de congelar mi mente y pensamientos para que no me lleven a soñar ni imaginar lo que me gustaría que fuera. Me ayudo razonando y recordando que no ha existido ni siquiera una señal de que las cosas podrían ser distintas. Sólo un milagro o un hilo rojo podría volver a unir todo aquello que se ha cortado.

Estoy agradecida de esta tormenta pese al dolor que he vivido, porque me ha dado la posibilidad de rearmarme, de pensar qué quiero y para donde voy a dirigir este barco llamado FAMILIA. Quiero un nuevo horizonte, un destino que nos albergue a mi gorda y a mí con los brazos cálidos, con seguridad y temor, ese temor que no es terror, sino temor de tener aquello que te da sentido y que sin importar cómo ni por qué está junto a ti, y que si bien no sabes que hacer, avanzaras junto a lo que te hace bien pese a que no es siempre lo que te hace sentirte en tu zona de confort. 

Dejo los ideales de lado....he crecido, he madurado como un membrillo. Ya no creo en los estereotipos, ya no me interesan los envases bonitos, no me deslumbran los destellos ni brillos, sólo quiero la candidez y seguridad de un abrazo fuerte y seguro que nos ayude a mí y a mi hija a unir todas nuestras partes rotas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Condenada a Muerte

INICIANDO LA RECONSTRUCCIÓN

Ser agradecido